Little Known Facts About poder de la palabra.
Little Known Facts About poder de la palabra.
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“Ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros daros herencia con todos los santificados”
Por último, me gustaría referirme al poder de la palabra por su enorme capacidad para trasmitir mentiras, tratando de captar la atención del interlocutor para decirle algo que en realidad no es cierto.
El apóstol Pablo escribió: "Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes" (Efesios four:29). La palabra griega traducida como "corrompida" significa "podrido" o "sucio" y originalmente hacía referencia a las frutas y verduras podridas.
La fuerza de las palabras es tal, que no son necesarias demasiadas para causar una profunda alegría o una honda tristeza. Muchas veces basta una frase que valide una emoción que sentimos o un párrafo corto que ataque nuestro punto más débil.
Uno de los propósitos principales de nuestras palabras como cristianos es dar razón de nuestra fe a aquellos que nos rodean. En 1 Pedro 3:fifteen, se nos insta a estar «siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros». Para hacer esto, debemos utilizar nuestras palabras de manera efectiva y poderosa.
Nuestras palabras pueden tener consecuencias tanto positivas como negativas en nuestras vidas y en la vida de los demás.
La Biblia nos anima a ser generosos con nuestras palabras y a usarlas para edificar y fortalecer a los demás. En Colosenses 4:6, se nos insta a «hablar siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno».
" Muchas veces, nos dejamos llevar por nuestras emociones y decimos cosas de las que luego nos more info arrepentimos. Es importante aprender a guardar nuestras palabras y pensar antes de hablar.
Por ejemplo, cuando digo “soy vago para estudiar”, o “nunca voy a llegar al peso que quiero” no estoy describiendo una situación, sino declarando una condena y generando mi realidad en base a esta afirmación.
Cuando aprendemos a hablar palabras de amor, aliento y compasión hacia los demás, estamos reflejando el amor de Dios en nosotros. Debemos recordar que nuestras palabras pueden tener un impacto duradero en la vida de las personas, por lo que debemos usarlas con cuidado y responsabilidad.
Nuestro testimonio será evidente en la forma en que hablamos y tratamos a los demás. Nuestras palabras pueden ser una herramienta poderosa para compartir el amor de Dios y para animar a otros a buscar una relación con él.
Es importante destacar que el poder de las palabras no radica únicamente en su significado literal, sino también en el poder que tienen para influir en nuestras acciones y en las acciones de los demás.
Debemos ser conscientes del impacto que nuestras palabras pueden tener en nosotros mismos y en los demás. Nuestras palabras pueden ser una fuente de aliento y motivación, o pueden ser una fuente de dolor y heridas.
¿Qué sería del amor sin la palabra? ¿Hay algo más bello que decirle a la persona a la que quieres todo cuanto sientes por ella, y que sepa lo mucho que significa en tu vida?